sábado, 10 de octubre de 2009

Sierpe de cristal

Destrozaré tus muros de zafiro
arrancaré tus lágrimas de seda
esparciré el aura que te queda
en el vapor de tu último suspiro

enviaré mariposas delicadas
a inflamar tus cuencas ocluscentes,
adornarán tus párpados ardientes
leves alas y carne lacerada

vengaré con sangre la sangre de mi herida
el metal cobrará que no el engaño
desgajando tu negra bienvenida

sentirás el frío del estaño
penetrar sin encontrar salida

el dolor que te inflingiré será tan elevado que te llevará a la locura
te revolverás en reacción al daño.

Devoro silencios infinitos

devoro silencios infinitos
y destruyo la última coraza
tras la que ocultas tu verde ambilescencia

no es tu olor
ni tu mirada
no anhelo tus labios ni tu risa
no te quiero

convocaré a los astros y
comenzaré mi venganza de sangre
enviaré mariposas que rasgarán tu
piel
y abrasarán tu carne
lacerando
tu abyecta indiferencia.

tronaré los abismos
ácromos
en la noche sin luna

arrasaré ciudades
profanaré cementerios
mancillaré la tierra adormecida
provocaré aludes y derramaré úlceras para aquellos marcados en la frente

Mete la hoz y siega
vendimia, en nombre del cordero, pues el día glorioso está próximo.

Arderán paraísos decapitados

vientos escarlatas azotan mi rostro
reza
reza porque no encuentre el secreto
antes del amanecer