domingo, 5 de febrero de 2012

El deshielo

Hace tiempo que no escribo, que no subo fotos o vídeos, que no cuento cunetos (eso menos). Hace tiempo que no sueño, en el sentido más emocionante de la palabra. ¿Por qué es esto? No lo sé. ¿Es acaso importante? No lo sé. Lo único que sé es que la demencia sigue al acecho.

Hubo una vez en que fui soñador. Todo me emocionaba. ¿Lo recordáis? Yo sí. Antes escribía también para que nadie me leyera. Ahora el abismo se debilita fácilmente. Nadie entiende ya lo que ocurrió. Y los recuerdos viene a mi memoria, de otros tiempos, cuando aún no te conocía, cuando creía que eras posible.

¿Qué es lo que me queda, aparte de Tumblr y la física cuántica? ¿Qué tengo, di? Y al no tenerte, y al leer a Góngora...

Polifemo que duermes, Polifemo

¿En qué me diferencio yo de aquel gigante?

jueves, 12 de enero de 2012

El suicido del asno

Cuando uno llega a los veinte años se da cuenta de muchas cosas. La primera de ellas es que no habrá más amaneceres. La segunda, es que los amaneceres pasados no tienen poder sobre el presente.

Por lo tanto, uno queda solo ante su presente.

La pregunta inocente de la que surgió esta reflexión fue la siguiente: ¿Por qué es mejor vivir 50 años que vivir 30? Pensadlo seriamente.