Si es un esconjuro quizá... De momento asumiré que las Nancys ya no son Geyperman y que el tiempo siempre será la gota que se hizo arena en el cristal. Saludo.
He de admitir que no he entendido nada de nada Comentario dada así es como los prefiero
acertaste
¿Esconjuro?
La arena no es gota sino olas devastadoras de horas y minutos que se marchan, dejando a su paso mi esqueleto calcinado por la misericordia del luciente cristal. El tiempo no es gota, no es benevolente, no es afrodisíaco ni calma de nuestras heridas. El tiempo es brisa esmerilada que quema la piel con millones de agujas incendiarias. Vapor de lo que hicimos. Condena de nustros huesos mutilados. Pesadilla de todos aquellos que aún duermen enterrados, pero que despertarán en la postrera hora para unirse al banquete del emperador.
El tiempo amigo no está de nuestra parte, ¿o sí?
Las Nancys vienen a traer retazos de la aurora inexistente, sueño que ha de desvanecerse con el primer quiquiriquí. Ellas, Él, Mario, es y no es, y por eso me gusta.
Si es un esconjuro quizá...
ResponderEliminarDe momento asumiré que las Nancys ya no son Geyperman y que el tiempo siempre será la gota que se hizo arena en el cristal.
Saludo.
Delicioso comentario
ResponderEliminarHe de admitir que no he entendido nada de nada
Comentario dada
así es como los prefiero
acertaste
¿Esconjuro?
La arena no es gota sino olas devastadoras de horas y minutos que se marchan, dejando a su paso mi esqueleto calcinado por la misericordia del luciente cristal.
El tiempo no es gota, no es benevolente, no es afrodisíaco ni calma de nuestras heridas.
El tiempo es brisa esmerilada que quema la piel con millones de agujas incendiarias.
Vapor de lo que hicimos.
Condena de nustros huesos mutilados.
Pesadilla de todos aquellos que aún duermen enterrados, pero que despertarán en la postrera hora para unirse al banquete del emperador.
El tiempo amigo no está de nuestra parte, ¿o sí?
Las Nancys vienen a traer retazos de la aurora inexistente, sueño que ha de desvanecerse con el primer quiquiriquí. Ellas, Él, Mario, es y no es, y por eso me gusta.