Ahora que de luz tu Niebla doras
En las purpúreas horas
que fue cuna dorada
No he llegado hasta aquí, para morir en tus brazos. Llevo toda mi vida buscándote. Ahora, te he encontrado y no pienso desfallecer. No es el final. Es un nuevo comienzo. Como cuando el Cordero convocó a sus huestes para el último juicio, en el monte sagrado y los seguidores de la Bestia blasfemaron tres veces. El libro con siete sellos, sólo es una imagen. No lo olvides. Pero el aura que te implora, siento una barrera muerta. Barrera de sangre y de cenizas, que me impide ver nada más allá de mis mentiras.
Bloqueo.
el avismo tiende a haceros menos severo
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