domingo, 21 de noviembre de 2010

El salón escarlata

En el salón escarlata
guardo y atesoro los sentimientos hermosos.
En el salón de cojines persas y tapices de épicas historias
almaceno sensaciones de recuerdo.
Sensaciones dulces y también poderosas pasiones de deseo.
En el salón escarlata de cortinajes densos,
ahí reside
     arropado entre las telas
                         mi protegido corazón.

El camino hacia el salón escarlata es difícil
efímero, traicionero y peligroso.
Pero si logras encontrarlo,
y reúnes el suficiente valor para seguirlo,
tal vez puedas asomarte a su pesada puerta
y contemplar lo que aún nadie ha visto.

Entonces, tal vez entiendas porqué el salón escarlata,
y por qué tengo que, entre cojines persas y densos cortinajes,
resguardar mi corazón...
Tal vez lo entiendas, el salón escarlata y su destino.

1 comentario:

  1. Qué de fantásticas imágenes, y todas juntas, seguidas, imaginables en cada verso de este poema. De nuevo: muy grande.

    El salón escarlata... parece un sitio curioso, pero no sé por qué no me gustaría entrar en él... no me atrevería a ver su destino o su porqué.
    Prefiero leerlo entre estas líneas.

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