martes, 24 de mayo de 2011

El frío de la mañana

Es el frío de la mañana. Pensó que podría resistirlo. Las olas golpeaban contra la ventana de su camarote. Salió a cubierta. Estaba amaneciendo. A lo lejos se podía ver la costa. Las palmeras y la arena de Maracaibo, donde los españoles tenían preso a su hermano.

2 comentarios:

  1. Curioso relato... Me gusta.
    Una pena haberme perdido hoy una de tus lecturas (porque supongo que, tratándose de la última sesión del Aula, habrás leído algún texto tuyo).

    Sigue publicando, que se echan de menos tus poemas.
    ¡Besos!

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  2. Gracias por leeme y gracias por los ánimos. Sí leí, pero eran textos antiguos, por lo de la evolución poética que propusieron, así que no te perdiste nada.

    Yo sí que hecho de menos tus poemas, que hace muchísimo que no te escucho ninguno (es culpa mía, lo sé, pero eso no hace que los eche menos de menos). Espero poder volver a oír o leer alguno pronto.

    Un beso muy fuerte.

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