martes, 28 de diciembre de 2010

Desencanto de la mariposa de sombras

El viento frío una vez más
acaricia mi rostro
arrancando el calor que tus abrazos
mentidos
me entregaron.
El débil calor que ahora
se marcha con el viento para siempre.
El viento frío, una vez más.



Epílogo robado:
Si de mi triste lira
tanto pudiese el son que en un momento
arrancase la vida
y a mi crüel tormento
pusiese fin y a todo el sufrimiento.


Pero no hay vida que arrancar,
pues el viento frío se marchó
llevándose con él todo el alcíbar
las rosas que engañaron
lejanas hoy ya quedan
las rosas que engañaron
toqué, y quise vida

Y vida tengo al fin,
rosas huídas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario