viernes, 11 de marzo de 2011

El poema de Ana

Hoy me han leído un poema maravilloso.
Constaba de seis versos, y el ritmo era absolutamente perfecto, de forma que no solo fluía, sino que giraba y encajaba, como un mecanismo infinitamente complejo e infinitamente hermoso.
Era como una piedra preciosa totalmente pulida. La imagino ligeramente ovalada, negra, y sin ninguna imperfección en su superficie.
Así era el ritmo.
Pero el contenido era aún más asombroso. Lo imagino como si dentro de la piedra existiesen dos fuerzas milenarias y antagónicas. Luchando, en singular combate, luz y oscuridad. Girando, tratando de destruirse la una a la otra, con inefable ira. Encerradas en la pulida perfección. Encerradas para siempre, y combatiendo.

Todo esto lo había construido Ana con palabras, en un pequeño trozo de papel.

2 comentarios:

  1. Muchas gracias Santi.
    No sabía que te fuese a gustar tanto.
    Me ha hecho mucha ilusión que hagas esta entrada y que hables así sobre él. Es mejor tu texto que el poema en sí.

    ¡Muchos besos!

    ResponderEliminar
  2. Gracias a ti por compartir tus poemas con nosotros. Cada día escribes mejor, y eso es algo que empieza (miento, ya lleva tiempo) a ser muy complicado.

    Gracias por los besos!!!!
    Muchos besos también!

    ResponderEliminar