sábado, 23 de abril de 2011

Biblos

Hoy es un día importante: es Caturday. Y ha de celebrarse como coresponde.
No estoy nostálgico, es solo que te echo de menos. Pero podré construir un pequeño mundo imaginario con palabras  ahora, en este instante, para evadirme, para huir de lo que siento. Aunque escuchar Hold It Aginst Me no ayuda. Nevermind.

El viento acarició las caras de los niños muertos, todos en fila, ahorcados en el cementerio, bajo la luz de la luna. Escucharon sus nombres. Uno a uno los fueron llamando. Y respondieron. Abrieron los ojos. Habían estado ausentes por un tiempo. Ahora habían vuelto. ¿Tenían extraños poderes? Apuesto a que eso te gustaría. Tal vez, lo que tenían eran conocimientos, nuevos y extraños conocimientos de cosas que habían visto en Más Allá.
El más joven soltó su soga, con un pensamiento. Charles, dijo, vamos al parque. Todos lo siguieron alegres. Sus siluetas recortadas sobre la luz de la luna en el camino que bajaba del cementerio.

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