sábado, 16 de abril de 2011

En el vestíbulo

De un tiempo a esta parte pienso que la vida es como un juego de ajedrez.
Si te paras a pensarlo, todos jugamos. Tienes que pensar cada jugada. Aprovechar tus ventajas y conocer tus desventajas.

No es exactamente como el ajedrez. En la vida, pueden cambiar cosas. Es algo más complejo. Hace muy poco que me di cuenta de que no estaba jugando sin dama.
La batalla no ha hecho más que comenzar, aunque hace ya mucho mucho tiempo que la comenzamos.

Jugamos muchas partidas. Partidas largas y partidas efímeras. ¿Es así como vivimos?
Ahora mismo, tengo todo a lo que siempre pude aspirar.
Estoy sentado en un maravilloso salón, con un precioso ordenador portátil y una gran taza de té inglés con una gota de leche, solo una gota.
Mi madre está tumbada en el sillón, mi cama, y mientras acerco la taza a mis labios, pienso, ¿podría ser más perfecto? y ciertamente no podría.
La pantalla está dividida en dos. En una parte escribo y en la otra veo videoclips.
Mi dedicación principal es tratar de comprender el universo, and I got paid for it (ok, a scholarship, pero menos da una piedra, ¿no?).

Este post iba sobre el amor y la batalla, sobre cómo ahora me encuentro en el vestíbulo de una gran mansión inexplorada, una mansión en la que podría encontrar mi muerte (de eso estoy seguro). Pero no juego sin dama, ahora lo sé.

Peón a D4.

1 comentario: