Es el abismo en su brutal escena
cada manzana dora y sobrelleva
es el señor del sueño y de la noche
ardiente portador del lacerado
cáliz que augura sufrimiento
mendigo de las lunas y las huestes
sencilla la razón por la que escribo
viviendo el mundo entre desorden grave
atañe solo a aquel al que mancilla.
Entiéndase que quiero entre las flores
dormir mis pesadillas descansando
del triste mundo y de la paz severa.
Pues perderé la dulce primavera
y ya no veo el fruto prometido
pues que he de ver al tiempo airado
mudarlo todo sin mayor mudanza
en su costumbre destructora.
La Pascua marchará sin nueva pena,
y tras ella el abril que no he sabido
aprovechar y solo mi condena
cumplo sin lágrimas, y vivo
solo en mi soledad, en donde escribo.
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